Con acceso exclusivo a Cala Ferrera, el hotel se encuentra en un enclave natural único a escasos kilómetros de la Reserva Natural de Mondragó

Uno de mayo. Esta es la fecha en la que el hotel Barceló Aguamarina ha reabierto sus puertas al público tras su inauguración el pasado verano.
Situado en una zona privilegiada de la isla de Mallorca – uno de los destinos preferidos, tanto de nacionales como de extranjeros, para disfrutar de las vacaciones estivales – Barceló Aguamarina se encuentra en un paraje de belleza poco recorrido, en el sudeste de la isla. A pie de la Cala Ferrera – una de las más bonitas y poco conocidas de la isla, y a escasos kilómetros de la Reserva Natural de Mondragó y del yacimiento arqueológico Closos de Can Gaià.
Vacaciones active & relax en un enclave único
El complejo con categoría 4* cuenta con 417 habitaciones, muchas de ellas con espectaculares vistas al turquesa del mar, dos impresionantes piscinas – una de ellas justo frente al Mediterráneo, y otra con todos los servicios para disfrutar en familia –.
Barceló Aguamarina se ha diseñado para ofrecer a los huéspedes el mix perfecto para quienes buscan relajarse y desconectar, pudiendo disfrutar de una de las calas más asombrosas de la isla; así como para aquellos que desean mantenerse activos a través de diferentes actividades acuáticas.
Por la parte gastronómica, cuenta con Magical – su beach club y restaurante a la carta que ofrece la mejor ambientación musical acompañados de cócteles de autor –, y La Cala, su restaurante buffet con los mejores productos de la zona, y los platos más reconocibles y sabrosos de las mejores gastronomías.
